En este artículo repasamos, en primer lugar, el contexto económico de la Argentina en el complejo panorama mundial. En segundo lugar, evaluamos las principales características del complejo exportador del país, qué y desde dónde se exporta. En tercer lugar, analizamos la propuesta del Consejo Público Privado de la Cancillería y sus principales desafíos.
Son
los principales puntos desarrollados en el trabajo que se reproduce a
continuación, por los investigadores de la Fundación Meridiano Pilar
Unsain 1, Valentina Astudillo Naveda 2 y Mauro
Martínez 3.
La
República Argentina atraviesa un contexto económico de suma complejidad marcado
no solo por los efectos de la actual crisis económica y sanitaria global, sino
por un prolongado proceso de estancamiento y endeudamiento externo. Con el
acuerdo con los acreedores privados como puntapié inicial, la recuperación estará
atada al aumento de las exportaciones. En este contexto, la Cancillería
Argentina anunció el lanzamiento de un Consejo Público Privado para la
promoción de exportaciones con la presencia (virtual) de alrededor de 180
cámaras empresarias, en un ambicioso plan para lograr exportar 20.000 millones
de dólares más. ¿Cuál es la situación actual de las exportaciones argentinas?
¿Cómo se compone el mapa exportador? ¿Qué rol tienen las provincias?
En
este artículo repasamos, en primer lugar, el contexto económico de la Argentina
en el complejo panorama mundial. En segundo lugar, evaluamos las principales
características del complejo exportador del país, qué y desde dónde se exporta.
En tercer lugar, analizamos la propuesta del Consejo Público Privado de la
Cancillería y sus principales desafíos.
Contexto
La
situación económica y social es hoy la prioridad en la agenda del gobierno y
gran parte de la sociedad. Basta dar una mirada a las cifras de inflación,
endeudamiento, desempleo, informalidad y caída de la actividad económica en
general en los últimos años. Esto sin tener en cuenta aún las consecuencias de
la crisis global desatada por la pandemia del COVID-19. Según la OCDE, el
escenario más optimista para la economía argentina prevé una caída de hasta el
8,2% para el 2020, mientras que una segunda oleada del virus podría llevarla a
cifras superiores al 10% del PBI. Esto llevaría a un incremento de la pobreza
en el país desde el 35,5% a fines del 2019 a más del 40% este año, según
estimaciones de la OIT.
Más
allá de la crisis sanitaria y económica mundial actual, lo cierto es que la
volatilidad histórica del crecimiento económico argentino y una
institucionalidad errante han dificultado la entrada del país en un camino de
desarrollo sostenido. En este sentido, el actual gobierno se ha expresado
numerosas veces sobre la necesidad de avanzar hacia un modelo de desarrollo
productivo que permita hacer frente tanto a las demandas distributivas, como
atender los compromisos financieros que enfrenta el país. Para ello, uno de los
pilares de esta estrategia es lograr un incremento de las exportaciones.
Tomando como punto de partida los datos del INDEC que indican un total de
exportaciones de 65.115 millones de dólares anuales en 2019, el Canciller Solá
manifestó la intención del gobierno de elevar la cifra en por lo menos 20.000
millones de dólares.
¿Cómo
se compone el universo de las exportaciones argentinas?
La
principal característica es la gran concentración, tanto en términos de
productos exportables como de regiones productivas. La canasta exportadora está
constituida principalmente por materias primas, destacándose la soja, el maíz y
el trigo. El sector de las oleaginosas junto con el sector cerealero concentra
más del 40% de las exportaciones del país; mientras que el sector automotriz
representa un 10,9% del total. Luego, le siguen en importancia los sectores
petrolero-petroquímico, bovinos y minero-metalífero. En cuanto a las regiones
productivas, la pampeana, en particular las provincias de Buenos Aires, Santa Fe
y Córdoba concentran tres cuartos del total de las exportaciones argentinas,
alcanzando el 74,7% en 2019. Mientras que la segunda región es la Patagonia con
9,7% respecto del total nacional, seguida del NOA, Cuyo y NEA.
Ahora
bien, si observamos la concentración de los orígenes provinciales, las
exportaciones que detalla el INDEC de las tres principales más Chubut y Santa
Cruz alcanzan un 80,1% del total. En contraposición, las cinco provincias que
presentan la menor participación en materia exportadora -Formosa, Tierra del
Fuego, Corrientes, Catamarca, y La Rioja-, cuentan con tan solo una
participación inferior al 0,5% y en su conjunto suman el 1,4%.
Exportaciones
por regiones económicas en millones de dólares, participación porcentual y
variación porcentual. Año 2019 respecto a 2018-
El Consejo Público Privado para la Promoción de Exportaciones
El recientemente anunciado Consejo Público Privado para la Promoción de Exportaciones es una de las herramientas elegidas por el gobierno para lograr el objetivo exportador. El Consejo estará encargado de elaborar estrategias para el crecimiento del sector exportador nacional, colaborar en la identificación de mercados claves, asistir en la definición de la oferta exportable y desarrollar el diseño de programas, objetivos y metas de exportación. La resolución que lo crea establece que será presidido por la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería y estará conformado por entidades y Cámaras “con intervención activa en el comercio exterior” que sean convocadas a integrarlo por la propia Secretaría, atendiendo al criterio de su representatividad en el sector privado.
Esta instancia de asesoramiento y formulación de propuestas para una política nacional exportadora a partir del diálogo público-privado es un importante paso del gobierno nacional para avanzar hacia un mejoramiento del desempeño exportador y revitalizar el papel de la Cancillería en materia de comercio internacional. No son pocas las experiencias de articulación público-privada para la promoción de exportaciones a nivel internacional que demuestran la necesidad de estas instancias para lograr una armonización de las políticas de promoción y regulación, reducir los costos de transacción presentes en el comercio internacional y construir conjuntamente la Marca País, como la Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones de Brasil (APEX) o ICEX Exportación e Inversiones de España.
Al analizar las experiencias sobre diálogo público privado en Túnez, el Banco Mundial destacó algunos factores fundamentales para el éxito de estas instancias. Entre otros, se hace énfasis en la organización a partir de clusters productivos o de cadenas de valor, más que de forma sectorial, y en una dinámica de trabajo estructurada a partir de estudios analíticos que funcionen como un marco común para el debate en las instancias participativas. Finalmente, también se hace énfasis en la construcción de confianza y la “apropiación” por parte de los actores involucrados de estas instancias de diálogo.
En el caso argentino, uno de los desafíos adicionales para una política exportadora exitosa es contar con representatividad a nivel federal. Entre otras razones, porque desde la Reforma Constitucional del 1994 las provincias tienen la capacidad de celebrar convenios internacionales y poseen el dominio originario sobre los recursos naturales presentes en su territorio. A partir de esto, cada vez son más las provincias que tienen secretarías o agencias que diseñan la internacionalización de estas como una herramienta clave para el desarrollo interno, con un conocimiento cercano de las particularidades específicas de los ecosistemas económicos locales y una mayor cercanía a los pequeños y medianos productores locales.
En este contexto, un camino posible es que las instancias de formulación de la estrategia exportadora nacional bajo el liderazgo de la Cancillería cuenten con la participación de las instituciones provinciales a cargo de esta tarea específica. La concertación de estrategias en función de los intereses nacionales y provinciales fortalece su posición negociadora frente al mundo y permite maximizar los beneficios de los esfuerzos exportadores. En contraposición, la acción fragmentada resultaría no solamente en una duplicidad de esfuerzos en un contexto de escasez de recursos, sino que también disminuye la disponibilidad de información para los actores involucrados y finalmente aumenta el riesgo de que se adopten estrategias individuales que se obstaculicen mutuamente y deriven en una dinámica competitiva.
En resumen, la iniciativa planteada por el Ejecutivo es un paso importante en la búsqueda de consensos para la formulación de una política exportadora que trascienda gobiernos específicos y se convierta finalmente en una de las tan mentadas políticas de Estado. En este sentido, la incorporación de actores de la comunidad académica nacional, organizaciones especializadas de la sociedad civil y agencias provinciales sería un paso fundamental para robustecer este proceso en términos de representatividad, optimización de los recursos y fortalecimiento de la posición negociadora.
1 Licenciada en Ciencia Política (UNVM). Miembro de Fundación Meridiano. Docente en IPAP, Provincia de Buenos Aires.
2 Licenciada en Relaciones Internacionales (UCC). Miembro de Fundación Meridiano. Docente adscripta en UCC
3 Licenciado en Ciencia Política (UBA). Coordinador de la Comisión de Asuntos Estratégicos y Política Exterior de la Fundación Meridiano.
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